El 29 de junio de este año, el Santo Padre Francisco ha regalado a la Iglesia una nueva Carta Apostólica: Desiderio Desideravi (en adelante DD), sobre la formación litúrgica del Pueblo de Dios. A través de los 65 artículos del texto, el Papa plantea la necesidad de una auténtica formación litúrgica y de reconocer la importancia del arte de la celebración.
Con el lema “Mi vida por la suya” (Beata Laura vicuña), realizamos esta actividad tan querida por la Iglesia que es la misión y, en el caso de nuestro Seminario, la misión anual de invierno que venimos desarrollando en distintas zonas de la diócesis como así también en instituciones de promoción social y centros de salud: hospitales, cárceles, centros de rehabilitación, cottolengo, etc.
Muchas personas tenemos claro, al menos en teoría, de que somos creados a imagen y semejanza de Dios, creados por amor. Sin embargo, muchos discursos procuran instalar lo contrario. Ante la situación de pobreza, inseguridad, inflación, etc., se suma la polarización de la dirigencia política y social, fenómeno que viene generando, cansancio, decepción y cierta crispación e impotencia a la vez.